La composición química del propóleo es muy compleja, tiene alrededor de trescientos componentes diferentes, muchos de ellos con diversas propiedades. Numerosos estudios científicos señalan sus beneficios, identificándose a los flavonoides como los responsables de los mismos, principalmente sobre los microorganismos, como calmante del dolor y también como reparador de tejidos en casos de quemaduras y lesiones. Otros de los beneficios destacados son la prevención de las infecciones de las vías respiratorias, por lo que resulta un eficaz protector de la garganta y de las cuerdas vocales, así como para el tratamiento de aftas y abscesos bucales.
¿Cómo usar? Adultos disolver en la boca 1 caramelo 5 veces por día. Niños entre 4 y 12 años, 1 caramelo 2 vez por día. Niños menores de 4 años, mujeres embarazadas o en período de lactancia: no consumirlo. Personas alérgicas o sensibles al propóleo, no consumirlo.
Las imágenes son ilustrativas.