Caramelos tradicionalmente usados como bucofaríngeos. Ayudan a calmar la tos y a disminuir el dolor de garganta. Tienen virtudes balsámicas y antiinfecciosas. Apto para niños a partir de los 4 años de edad. El propóleo es una sustancia que las abejas elaboran con las resinas y secreciones de ciertos árboles. La betaglucosidasa secretada por las abejas durante la recolección y armado del propóleo le confieren al mismo propiedades farmacológicas. En su composición química contiene aceites aromáticos, bálsamos, resinas, polen y cera lo que lo transforman en un producto con notables virtudes balsámicas y antiinfecciosas.
¿Cómo usar? Adultos: Disolver en la boca 1 caramelo cinco veces por día. Niños entre 4 y 12 años, 1 caramelo dos veces por día.
Las imágenes son ilustrativas.